AGUJEROS NEGROS EN TIERRA DE HOMBRES

He visto tantas sombras
que el sol quería esconderse
y dejarnos con la pesadumbre
de esta vida impostora.

Sabes, amor,

he visto días romperse por la mitad
y lágrimas caer desconsoladas
en los rincones de esta ciudad,
donde algunos se dan la vuelta
y otros mira hacia otro lado.
He visto la tristeza enmascarada
en una sonrisa de felicidad,
mentirosa y traicionera,
desgarrando a la primera
un corazón desesperado.

He visto demasiada poca luz

y demasiados falsos milagros.
He visto dioses destrozar sus escritos sagrados
escupiéndonos la bilis mal sembrada.
He visto el dolor
en los ojos de un niño,
y aún me da vergüenza
que nadie más quisiera verlo.
 
He visto un charcho negro
tragándose familias enteras,
y mediáticos sin freno
proclamando guerra y paz
al unísono.
Tanto recelo incrustado en las venas
que chirriaban sus voces al hablar,
traficando con las penas
de los que ya se dieron por vencidos.
 

Todo eso he visto.

Y si aún me quieres,
con la ilusión estúpida de cambiar este mundo podrido,
te prometo que cuidaré de esta guerra
para lucharla contigo.

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De los incomprendidos y los ausentes.