TUS POSESIONES ADJETIVAS

Tienes un silencio precioso
que cuanto más habla,
más se calla.
Una tristeza en los ojos
que arrastras con la delicadeza de un bals a medianoche.
Una piel fina
que aún erizándose rebelde
sigue siendo suave a mis manos;
unas piernas tan ciertas
que todos los caminos deberían terminar aquí.

Me he zambullido en tus ojos,

bañándome en esa luz
que no alcanzas a ver nunca.
Y todos mis intentos de capturarla
han sido en vano.
 

Cuentas el humo cuando das una calada,

y siento que ese humo
se queda en nada
cuando lo sacas de ti.

Cómo te voy a decir

que sigues vestida cuando te desnudas,
y que por eso es tan reto
como regalo
besarte.
Que te escapas a menudo de este mundo
y yo me conformo con imaginar
en qué estarás pensando.
 

Los campos de trigo

que sembraban los poetas
han nacido en tu espalda.
Y como el invierno,
el tiempo dura una noche
y volvemos a nacer juntas cada día.
 

Y mientras todo se hace real,

mientras la estampida de desilusión arrasa la mañana,
yo sigo perdiéndome en este sueño.
En cada semáforo me escapo unos segundos a la cama
donde el silencio es silencio.
 

Porque no necesitamos nada más,

no necesitamos nada menos.
Un sol hecho luna
y la promesa de un siglo de besos por llegar
esperando en la puerta de atrás

a ser descubiertos.

 

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Metáforas reversibles.