miércoles, 31 de agosto de 2016

SIGUE HABIENDO PRIMAVERA

Te voy a sentar aquí
y te diré que hay primavera después de tus brazos.
Que las flores no tienen tantos colores,
que no crecen tan alto,
pero aún así sigue habiendo primavera.
 
Te contaré,
en este rincón vacío de mundo,
que las calles siguen estando
aunque mis pasos suenen huecos.
Que sigue el parque allí donde lo dejamos,
mirándome de reojo,
quieto,
impertérrito.
Que las farolas brillan
aunque alumbren un poco menos.
Que todo sigue estando en el mismo lugar.

Te he visto desnuda tan dentro
que el transcurso de los días desde entonces
es un paréntesis suspensivo.
Eran mejores tus caricias
que los trenes tan llenos
(y tan vacíos),
y todos los cigarros me saben a ceniza
antes de tenerlos en los labios.
Un poco como tu recuerdo.
 
Me he conocido tanto tus rincones,
me he perdido tanto en tus grietas
que colecciono las piedras
que una vez te hicieron tropezar.
Me he quedado con la luna puesta
y todos los abrazos en pause.
 
Esta maleta pesa,
pero cada vez cuesta menos arrastrarla.
Dejo por el camino los quizá y los porqué
y me armo de puntos finales.
A estas alturas
ya casi te he olvidado.
Y aunque a veces aún vea bailar tus caderas
acercándose y haciendo temblar la tierra,
he aprendido que sin ti
sigue habiendo primavera.

__________
Melancolías de telescopio.

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