cuando se trata de quererte a ti.
Y tienen que estar dispuestos a matar y a morir,
a no dormir
y pasar noches en vela.
A romperse la espalda en busca de un abrazo,
a abrirse el pecho de par en par
para cobijar
tu primavera.
Y quizá nunca entiendan el motivo,
y quizá en eso esté el secreto;
en que el mundo se quede sordo de ruido
y sólo ellos escuchen el silencio.
Esos locos,
que se dejarán atropellar por tus cicatrices,que lamerán el hierro de tus huesos
oxidando los demonios que los habitan;
esos que llorarán tu ausencia
aunque no te hayas ido,
que se harán parte de tu cuerpo
y nunca volverán a ser uno mismo.
Esos locos que son los únicos cuerdos,
atrapados en las cuerdas de tu piel,
la misma que caza sueños en un mar de charcos;
esos locos,
vida mía,
todos llevan mi nombre
y se parecen a mí.
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Metáforas reversibles.
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