QUÍMICA DEL NO-SÓLIDO Y DEL CASI-LÍQUIDO

Te abrazo,
te haces agua.
Te cuelas en mis lunares,
te sumerges en mis cicatrices.
Sales a flote en algún silencio,
y vuelves a nadarme.

Te siento recorrerme,

por dentro y por fuera,
como una brisa incansable
que me cura y me alimenta.
Te camuflas en mis pecas,
te haces profundidad
y me buceas.
Te confundes en el aire,
te vuelves vapor y me besas.

Haces de mí un estado químico;

me pasas de sólido a líquido y me bebes.
Siento el mundo existir entre estas cuatro paredes
como si no hubiera nada más allá.
 
Me haces agua,
como el pintor que mezcla pintura en una acuarela.
Y ya me has dado el color de todos los atardeceres
que saben a noches en vela.

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El suspiro rojo de los atardeceres.