de reojo
y esto es lo que veo:
25 años recién cumplidos,
una cicatriz en la frente
que pasa desapercibida.
Las uñas mordidas (desde siempre),
unos ojos medio grises
que todos ven azules
y donde yo veo a mi abuelo.
Metro casi sesenta y cinco,
piel pálida anti-moreno.
Sonrisa tímida
(como mi padre)
carcajada sin complejos
(como mi madre).
Ojeras tono media tarde,
más pecas que mi hermana
(alma gemela).
Un tupé que es como mi hijo,
un cuerpo que es mi lugar favorito
para estar.
Dos años de anorexia
(que me pisó los cordones),
otros dos de culturismo
riéndome de las convenciones.
Una carrera,
pocos amigos (los necesarios),
una piel seca porque nunca uso crema.
También soy una chica-chico
(una tomboy de esas),
una buena deportista,
una bollera.
La que nunca llega tarde
y siempre se espera.
Un proyecto de futuro
que busca una buena idea.
Un plan improvisado
que siempre sale bien.
Una tarde de prisas
(y sonrisas),
y la que ya ha subido tren
mientras el resto se deciden.
La que nunca se molesta
porque no se sabe enfadar.
Una que teme los aviones
pero no deja de volar.
La que ha trabajado desde los 16
y ha soñado desde los cero.
Una de más lluvias que soles,
y más de grises que de colores.
(¿quién dijo
que el gris
era para los tristes?).
Soy yo
con todas las consecuencias.
Hasta me permito rimar esta descripción
porque también tengo algo de poeta.
Soy todos los
sueños que quedan por cumplir
y todas las cosas que me he olvidado en la maleta.Soy un intento de algo
que está saliendo bien.
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Lo que se pierde en bolsillos agujereados.
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