Me rendí a
tus labios antes de verte,
y ya era su
rehén cuando pude besarlos.
Fui la
soldado que traiciona a su reino
antes si
quiera de haber disparado.
Me vi
ondeando tus banderas,
y ni todas las lunas llenas
habrían sido
mejor faro
que tus
ojos.
Aquí me ves,
siendo
pirata y oficial de tus costas.
Solamente
para asegurar que nadie
las cruce sin permiso.
Gobernando
tormentas en alta mar,
en una barca
sin remos,
mientras el
mundo grita que vuelva
y yo
solamente me voy más lejos.
Cruzando el cielo
a vela,
coleccionando
las mejores flores
de cada primavera.
Y
arrancándolas con las raíces
tan tímidas
como serenas,
para que
algún día vuelvan a brotar
en los
jardines de tu memoria.
Enjaulando
los miedos,
y las nubes,
y toda la soledad
que ha
nacido de tu exilio
y que mueve el
cielo de tu boca.
Renegando de
cualquier cometido,
de cualquier
orden que no sea tuya.
Dispuesta a
cualquier locura
por una noche más.
Mi niña, de
ojos tan inalcanzables como el cielo.
de labios
tan suaves como el aleteo de una mariposa.
La misma que
bate las alas aquí,
y provoca un
tornado en la otra punta del mundo.
Cuidaría las
estrellas cada noche
solamente
para verlas volar en tus sueños,
y que con
mirarme me dibujes su brillo
una vez más.
__________
Las gaviotas eran las ladronas.
La mujer súbita.
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