jueves, 10 de noviembre de 2016

CRÓNICAS DE UN PRINCIPITO EXILIADO

No esperéis que el Principito vuelva.
¿Quién querría volver
a este mundo de mierda?

Hay dos que se dicen enamorados
y sólo hacen que ponerse los cuernos,
acumular excusas
y musas
y volver a casa con las manos vacías
y los orgullos llenos.

Hay otros que se sienten mejores
porque están salpicados de blanco en la piel.
No saben
que lo único que les salpica
es la más absoluta vergüenza.

Unos pocos,
allí arriba,
decidiendo cómo vivimos los de abajo.
Y a esa mujer
que friega las escaleras
con 57 años
y las manos secas como estropajos,
se la suda quién haya estafado a quién.
Que tiene dos nietos que quieren comer,
y una hija
soltera
que no tiene trabajo.

Unos cuantos se dedican a matar animales
en plazas abarrotadas de pena.
Otros cuantos cumplen condena
por exigir la verdad de sus muertos,
y de mientras los poderosos parecen tuertos
que sólo ven lo que les interesa.

Les llaman antisistema
por no querer claudicar;
putas por querer trabajar;
bolleras, maricones,
travestis venidos del infierno;
y no saben que aquí el peor diablo
viste de traje y vacila de familia feliz.

Y de mientras en algún lugar
un niño se hace otra cicatriz
por querer escalar un puto muro.
Cuando llegue y sea repudiado,
maltratado por cualquier soldado,
se dará cuenta de que las peores cicatrices,
duelen por dentro.
  
Se van muriendo
tantas vidas
como estrellas.
Y nos llega la luz
casi apagada,
de toda la esperanza que buscaban
y que les hemos arrebatado.
Alguien dirá que la culpa es de otro,
mientras come un filete recién hecho
y se hincha de argumentos
sobre la injusticia humana.
Pobre hijo de puta.

No me da la gana
de vivir en esta basura de mundo.

Joder Principito,
no vuelvas.
Que si vienes
te encerrarán
en uno de esos zoológicos para desalmados,
y los padres pasearán
con los niños de la mano
diciéndoles que estás en peligro de extinción.

Señores,
aquí lo único que se extingue es la humanidad
(que no los humanos).
Y mientras unos se cruzan de manos,
otros cruzan estrechos sin saber nadar.

Pero qué me vas a contar?
Si a ti todo esto,
ni te va ni te viene.
Mejor jugamos a que no sabemos de nada,
y ya que otros arreglen el desastre.

__________
Lo que se pierde en bolsillos agujereados.

4 comentarios:

  1. Shhhh! Está bien como maniobra de distracción eso de "no vuelvas, principito" pero sabemos que en realidad no se ha ido, por eso aunque el mundo parece estar yéndose a la mierda sigue habiendo locas y locos que sabemos que es mucho más importante lo que pasa por la cabeza y el corazón de una mujer de cincuentaytantos que saca adelante a su familia fregando escaleras que lo que sale por la boca de los mandamases instalados en el cinismo y la mentira. Pero tienes razón, más vale que crean que el principe se ha ido y no piensa volver. Y si un día finalmente se va, espero que nos haga sitio en su planeta. Saludos!

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    1. No sabía que había alguien más en este mundo de locos, escondiendo el mismo secreto! El Principito nunca se fue, pero se esconde. Creo que está haciéndose fuerte en los corazones de la gente mayor que quiere cambiar las cosas. Un día estallará con todo, y entonces los injustos no tendrán nada que hacer. Se han dedicado a aniquilar su Principito interior, y poco les queda ya... Cuando llegue el día, Pedro, tú y yo estaremos para verlo. Un abrazo enorme cargado de cariño!

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  2. Un claro resumen de la miséria, ignoráncia, avaricia, egoísmo y la desgracia de la humanidad.

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    1. Lo que no saben los de arriba, es que está en nuestras manos cambiarlo. La cuestión es atreverse a hacerlo. (Una sort trobar-te per aquí hopi!).

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